Encuentra su iPhone perdido 10 años después dentro del inodoro

Salvo en Japón donde nunca se pierde casi nada, el resto de los mortales extraviamos según las estadísticas, un promedio de nueve cosas por día y gastamos unos quince minutos buscando como locos. La impotencia ante el extravío de nuestras pertenencias tiene a veces como recompensa, el alivio de hallarlos en un rincón escondido del sofá o entre las sábanas de la cama.

Pero para la norteamericana Becki Beckmann, la recompensa ha sido excepcional. Después de perder su iPhone una noche de Halloween en 2012, logró conseguirlo hace algunos días en las profundidades de las tuberías del inodoro.

Encuentran un iPhone después de un década desaparecido

Al percatarse del extravío, Beckmann debe haber dedicado unos 15 minutos a su frenética búsqueda y, de vez en cuando, retomaba la neurosis de escudriñar en los mismos lugares, luego de descartar un robo. Finalmente, se resignó a la pérdida, bajo la justificación de un dramático misterio. Así que compró un iPhone nuevo y asunto resuelto, hasta que la avería del inodoro reveló la verdad de los hechos.

Junto a su esposo, Beckmann relató a The Sun que comenzaron a escuchar un continuo golpeteo al tirar de la cadena, pero lo atribuyeron a lo viejo del inodoro y a la mala construcción de la casa. Su marido decidió meterle mano al asunto, exploró el desagüe con una mano y reconoció un objeto familiar que lo sorprendió a nivel shock. Salió corriendo y exclamó: ¡Becki, no creerás lo que encontré en el inodoro!

Íntegro a pesar de todo

Como es bien sabido, Apple lanzó los modelos de iPhone resistentes al agua en 2016, a partir de la serie iPhone 7. Lo extraordinario del hallazgo es que el iPhone conservaba la integridad su estructura básica, aunque la tapa trasera estaba separada del cuerpo del dispositivo.

Externamente el iPhone permanece íntegro

En las fotos difundidas no queda claro si el dispositivo, que parece un iPhone 4, pudiera restaurarse, aunque destaca que se mantuvo íntegro a pesar de la húmeda adversidad que enfrentó.

Sabemos que al recuperar objetos perdidos experimentamos algo parecido a un pequeño “milagro”, aunque ninguno comparable con la experiencia del iPhone y el inodoro de los Beckmann en Maryland.