Un ganador del Premio Nobel de Física tiene claro cómo la IA va a afectar al trabajo

La inteligencia artificial se está apoderando poco a poco de nuestras vidas. Cada vez está más presente en cualquier ámbito, tanto social como profesional. De hecho, estoy seguro de que en algún punto has llegado a utilizar la inteligencia artificial para retocar alguna de tus fotografías, para generar imágenes para las redes sociales o para buscar información que te resulte de utilidad.

Han sido muchos los personajes célebres que han estado advirtiendo sobre los problemas que puede acarrear la evolución de la inteligencia artificial en nuestra sociedad. Sin más lejos, recientemente, el historiador israelí Yuval Noah Harari aseguraba que la IA es capaz de fingir intimidad con nosotros para llegar a manipularnos y a esto hay que sumarle otras vicisitudes como la pérdida de muchos empleos.

Pero no temas, en este artículo voy a tratar de mantener un término medio, la virtud del gran Aristóteles, sobre cómo la inteligencia artificial afectará a los empleos en un futuro no muy lejano. Es, de hecho, el tema en cuestión que ha tratado uno de los ganadores del Premio Nobel de Física más aclamados entre la comunidad científica.

Giorgio Parisi, una de las mentes más privilegiadas del S.XXI, habla sobre la IA

Roma, el premio Nobel de Física, Prof. Giorgio Parisi en la Academia del Liceo 2023-02-09 © Massimo Sestinit

El Premio Nobel de Física ha asegurado que nos estamos encaminando hacia un futuro en el que la sociedad tendrá mucho más tiempo libre gracias a los avances en la inteligencia artificial, pero también quiso reseñar de forma imperativa que la predominancia de este tipo de tecnologías algorítmicas disminuirá cuantitativamente la estabilidad de los empleos.

Tal y como informan nuestros compañeros de La Razón —por cierto, no te pierdas este artículo sobre la conducción autónoma del Perseverance en Marte que tuve el placer de escribir esta semana en la sección de Tecnología y consumo—, Parisi ha entrado en debate con una alarmante tesis de fondo: cuando una fuerza tecnológica se vuelve lo bastante dominante, no solo sustituye tareas, sino que reorganiza la forma misma en que existe el trabajo.

Por ende, como resultado, en un futuro no muy lejano veremos una reducción drástica total del empleo tradicional para la mayoría de trabajadores. No obstante, también surgirán nuevas vías profesionales especialmente dedicadas al mantenimiento, a la seguridad y a la mejora de la propia IA, así como otras ramificaciones dirigidas a la creación y el desarrollo de modelos de lenguaje, algoritmos y otros recursos de inteligencia artificial.

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