WhatsApp Controla Nuestras Vidas de Varias Maneras

WhatsApp Controla Nuestras Vidas de Varias Maneras

Cuando usamos WhatsApp permitimos que controlen nuestros movimientos

Si nos ponemos a pensar e incluso recordar nuestras propias costumbres, nos daremos cuenta que son muy pocas las personas que a la hora de instalar una aplicación o juego en su smartphone se toman el tiempo necesario para leer con atención cada uno de los permisos que solicita para poder funcionar correctamente. Puede que para algunos usuarios, este sea solo un paso más antes de poder hacer uso de la aplicación y no le prestan la suficiente atención. Sin embargo, tenemos que advertiros de la importancia de hacerlo, ya que podrían estar vulnerando nuestra privacidad con nuestro consentimiento y no darnos cuenta.

En ese punto podríamos decir que  la plataforma de mensajería instantánea más usada del mundo, pertenece a ese grupo de apps que al instalarla necesitan de una serie de permisos todos deberíamos tener muy presentes y ser plenamente consciente de ellos, ya que se apoderan de información y datos del usuario. Eso sin mencionar la creación de sistemas para tratar de engañar a algunos usuarios y sacar partido económico de ello. Si te interesa tu privacidad a la hora de usar WhatsApp, no puedes perderte este artículo, ¿nos acompañas?

¿Qué puede controlar WhatsApp de nuestras vidas?

Poder absoluto

Entre otras muchas cosas, la aplicación de WhatsApp tiene el permiso para entrar y revisar la información de nuestros contactos para saber quien utilizan la app y por cuánto tiempo. Es como una especie de red en la que una vez estamos dentro, pueden tener acceso a diferente información "comercialmente" importante para ellos.

Emociones

Otro datos que reune la aplicación es el estado, es decir las veces que indicamos que estamos ocupados o disponible, ademas de nuestras imágenes de perfil y cuales son las horas a las que nos conectamos para hablar con alguno de nuestros contactos.

Ciudadano del mundo

Por otro lado, tenemos que mencionar que nuestra foto de perfil y cuenta es visible para todos los usuarios que hayan podido conseguir nuestro número de algún modo y la única forma de evitarlo es bloqueando a dicho usuario, pero si no sabemos quien nos tiene en su agenda tampoco podemos saber a quien tenemos que bloquear.

Nuestra vida está en sus servidores

Hay que tener muy en cuenta que la aplicación se queda una copia de nuestras fotos, vídeos, audios, agenda de contactos y ubicaciones, los cuales quedarán almacenados en sus servidores, aunque que está información es borrada después de permanecer un tiempo allí.

Rastro de navegación

En el momento en que instalamos la aplicación, existen una serie de cookies que se instalan en el dispositivo y permiten rastrear por todos los lugares por los que navegamos. La aplicación puede analizar así el orden de visitas a páginas web, dominios, cantidad de clics y cuanto tiempo hemos permanecido dentro de una web.

Contactos, amigos y familiares

Además, la aplicación puede acceder a la información de tus contactos y libreta de direcciones, aunque aseguran que esto solo tiene como fin poder activar la aplicación.

Nuestra vida es estudiada

Gracias a la inclusión de esta cláusula (la cual firmamos), le damos derecho a los de Mark Zuckenberg de hacer, reproducir, distribuir y realizar trabajos que contengan nuestras actualizaciones de estado. Así que debemos tener cuidado incluso con los estados que escribimos.Tal y como muestran en NoticiasDot, nuestra vida personal queda bastante expuesta al hacer uso de herramientas como esta aplicación, aunque no seamos 100% conscientes de ello. Tal vez por el simple hecho de ser una aplicación con la que comunicarnos con nuestros amigos o familiares, no nos damos cuenta de que también es una puerta por la que se puede entrar y salir sin que nos demos ni cuenta.

¿Conocías estos aspectos que WhatsApp es capaz de controlar cuando hacemos uso de ella? Cuéntanos tu opinión y no olvides compartir este artículo con tus amigos haciendo uso de los botones que tienes un poco más arriba. ¡Gracias!

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