Querían destronar al iPhone, pero ahora nadie los compra

Humane, la startup respaldada por grandes nombres de Silicon Valley como Sam Altman, fundador de Open AI, y Marc Benioff, prometía revolucionar la forma en que interactuamos con la tecnología a través de su AI Pin, un dispositivo diseñado para competir con el iPhone. Sin embargo, a pesar de las expectativas iniciales y la inversión multimillonaria, el producto ha enfrentado un destino desafiante, con altas tasas de devolución y una inestabilidad financiera que pone en duda su futuro.

El AI Pin, un dispositivo portátil con una interfaz de usuario basada en gestos y comandos de voz, fue presentado en abril de 2023. La promesa era clara: un dispositivo más intuitivo y menos intrusivo que el smartphone, capaz de realizar tareas complejas con simples gestos.

AI Pin y el sueño de sustituir al iPhone ha durado poco

Las primeras críticas fueron demoledoras. A pesar de ello, hubo quienes insistieron en comprobar la promesa, solo para llegar a la misma conclusión. Hoy, las ventas del AI Pin han sido considerablemente inferiores a lo proyectado. Miles de unidades han sido devueltas, y la empresa ha tenido que enfrentar pérdidas millonarias, después de una inversión inicial de 200 millones de dólares.

¿Qué ha llevado al fracaso del AI Pin?

La crisis interna no se ha limitado a las ventas. Recordemos que la falta de claridad en la propuesta de valor del AI Pin y la competencia de dispositivos más establecidos como los smartphones han dificultado su adopción por parte de los consumidores.. El Ai Pin se comercializa a 699 dólares y además, requiere una suscripción mensual de 24 dólares para acceder a todas las funciones del dispositivo.

Humane ha experimentado una alta rotación de personal, especialmente en áreas clave como ingeniería y liderazgo. Varios ejecutivos de alto perfil han abandonado la empresa en los últimos meses, y se han producido despidos a gran escala. Estos cambios internos han generado incertidumbre entre los empleados y los inversores.

La situación actual demuestra la complejidad de desarrollar un producto verdaderamente innovador y capaz de competir con gigantes tecnológicos como Apple. Las promesas iniciales fueron demasiado ambiciosas, y el producto final no logró cumplirlas.

El AI Pin puede haber sido un sueño ambicioso, pero la realidad ha demostrado que la ejecución es tan importante como la innovación. Al menos Humane es consciente, y en palabras de Zoc Cuccias, portavoz de la empresa norteamericana, parece que quieren revertir la situación para seguir compitiendo:

Sabíamos que estábamos en la casilla de salida, no en la línea de llegada. Se han lanzado varias actualizaciones de software para abordar los comentarios de los usuarios. Continuamos construyendo un equipo increíblemente talentoso y con mucha experiencia.

Sin duda, AI Pin no ha sido el producto mínimo viable esperado y se ha quedado en prototipo. Y aunque sus creadores insisten en que pueden mejorarlo, por ahora el iPhone no tiene rival.

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