Jugar a ser Steve Jobs fue la causa de uno de los mayores fracasos de Google

Steve Jobs siempre ha sido un referente en cuanto a innovación y una inspiración para muchos, incluso dentro de Google. Pero hace algunos años esta inspiración no fue demasiado positiva, según ha contado uno de los propios cofundadores de Google. El "creerse Steve Jobs" supuso uno de los mayores fracasos que se recuerdan de la compañía californiana.

Durante una charla en Stanford por el centenario de la escuela de ingeniería, el cofundador de Google, Sergey Brin ha desvelado el principal motivo del fracaso de las Google Glass. Unas gafas inteligentes que Google lanzó en el año 2013 y que permitían a los usuarios ver notificaciones y algunas otras funciones en una pequeña pantalla. Su precio era bastante caro y en solo dos años Google las canceló, ahora sabemos algunos detalles más.

Sergey Brin presentando las Google Glass

Intentar imitar a Steve Jobs no siempre sale bien y Google lo aprendió por la fuerza

Brin hizo referencia al fracaso de las Google Glass cuando un estudiante de Stanford le preguntó: "¿Qué mentalidad deberían adoptar los aspirantes a empresarios, como yo, para evitar repetir errores anteriores?"

La respuesta fue directa: "Cuando tengas tu nueva idea de dispositivo portátil, hornéala completamente antes de tener un truco genial que involucre el paracaidismo y las naves aéreas. Ese es un consejo que te daría".

Ese fue el principal problema con las Google Glass, el dispositivo llegó al mercado demasiado pronto. Solo hay que ver el tiempo que ha pasado hasta que este tipo de gafas inteligentes se han popularizado, más de 10 años después.

Creo que traté de comercializarlo demasiado rápido, ya sabes, podríamos hacerlo más, ya sabes, tan rentable como necesitábamos y tan pulido como necesitábamos desde el punto de vista del consumidor. Como, ya sabes, me precipité y pensé: 'Oh, soy el próximo Steve Jobs, puedo hacer esto. Ta da'.

Muchas veces una simple idea fracasa, a pesar de ser buena, por llegar antes de lo que debería. Por ese motivo, muchas veces no es mejor llegar el primero, es más recomendable llegar en el momento adecuado y con un dispositivo mucho más perfeccionado. En muchas circunstancias, Apple es un ejemplo de esto, no suelen ser los primeros, pero su propuesta suele ser de las mejores cuando llega.

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