Los estudiantes confían cada vez más en la IA para elegir universidad, pero la mitad de las universidades españolas no existen para ella
La primera conclusión del informe es contundente: la IA ha creado su propio ranking educativo. Un ranking no solicitado, no regulado y que ninguna universidad controla.
La Inteligencia Artificial ya forma parte de nuestras herramientas de búsqueda, y además está cambiando la forma del cómo los futuros alumnos eligen dónde estudiar. Cada vez más jóvenes preguntan directamente a ChatGPT, Gemini o Perplexity “¿qué máster es mejor?” o “¿qué universidad tiene más prestigio?”. Y lo que encuentren ahí empieza a tener más peso que Google.
El problema es que esta nueva realidad no beneficia a todos por igual. Según un estudio reciente de Pixelclip, basado en 42.000 interacciones reales con modelos de IA, la mitad de las instituciones educativas españolas no alcanza ni un 20% de visibilidad en las respuestas de la IA. En términos prácticos: para miles de usuarios, esas universidades simplemente no existen.
La IA crea un ranking no oficial… pero decisivo
La primera conclusión del informe es bastante contundente: la IA ha creado su propio ranking educativo. Un ranking no solicitado, no regulado y que ninguna universidad controla. Los modelos analizados (ChatGPT, Gemini, Copilot, Google AIO y Perplexity) muestran siempre el mismo patrón: una concentración de visibilidad en un pequeño grupo de escuelas privadas, mientras que muchas universidades públicas u online quedan relegadas o directamente invisibles.
Esto, sin duda, genera un impacto inmediato en el proceso de elección del alumno al momento de buscar información de donde estudiar:
- Las universidades más visibles refuerzan su prestigio sin mover un dedo.
- Las que no aparecen, quedan fuera de la primera fase de consideración.
- Y la IA actúa como un “asesor académico” silencioso que decide qué opciones entran en el radar.
Si antes el alumno buscaba “mejor máster en España” y veía 10 resultados en Google, hoy recibe una lista personalizada, resumida y sesgada por cada modelo de IA.
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Sentimiento positivo casi asegurado… para quienes salen en la foto
El análisis va más allá de la visibilidad. También evalúa el tono con el que las IAs describen a cada institución. Y aquí aparece un dato curioso:
- El sentimiento negativo en las respuestas nunca supera el 2,5%. Es decir, casi todas las menciones son positivas o neutras.
Pero el beneficio real está en la calidad de ese sentimiento. Las instituciones líderes superan el 70% de tono positivo, construyendo una autoridad aún mayor. En cambio, las que apenas aparecen no tienen oportunidad de reforzar su reputación en estos entornos.
En resumen, la IA no está “criticando” universidades… simplemente las está ignorando.
Puedes leer el estudio completo aquí
El verdadero problema: las IAs no usan la información oficial
El estudio descubre un dato especialmente preocupante para todos: las páginas oficiales solo representan el 23,90% de las fuentes citadas por los modelos de IA. El 76,1% restante proviene de noticias, portales de comparativas, blogs y terceros.
En otras palabras:
- Las universidades no controlan el mensaje.
- La IA está construyendo su reputación a partir de lo que otros dicen.
- Y una mención negativa en un portal menor puede filtrarse en miles de respuestas.
- La IA amplifica el ecosistema, no la institución.

La AI ya suele recomendar en donde estudiar
Cada modelo de IA “elige” universidades de forma distinta
El informe compara los patrones de cada modelo y revela que no todas las IAs se comportan igual, por lo que la respuesta depende mucho del servicio que usas:
- Gemini: premia webs oficiales y distribución equilibrada. Mejor para universidades públicas y online.
- ChatGPT: potencia a ESADE, IE y escuelas privadas, y depende fuertemente de noticias y contenido de actualidad.
- Copilot: se basa en rankings y blogs. Amplifica opiniones de terceros.
- Perplexity: el más equilibrado, pero exige mucha presencia en portales de comparativas.
- Google AIO: Favorece a marcas con autoridad SEO y presencia en medios tradicionales.
El resultado final: una universidad puede existir para Gemini, pero no para ChatGPT. O tener buena reputación en Perplexity, pero ser invisible para Google AIO.
El riesgo: que la IA decida por el estudiante antes de que llegue a tu web
La IA ya no es solo un buscador: es un filtro. Actúa en la fase más crítica del proceso, cuando el alumno aún no ha decidido qué instituciones investigar.
Una universidad invisible en IA:
- No entra en la comparación inicial.
- No recibe clics.
- No recibe leads.
- Y ni siquiera sabe que está perdiendo alumnos.
Por el contrario, las menciones positivas como “prestigio” o “reconocido” generan confianza al instante. La reputación no empieza en la web oficial: empieza en la respuesta de la IA.
El estudio deja claro que la captación de alumnos está entrando en una nueva era, una en la que la visibilidad en IA es casi tan importante como el SEO tradicional. Las universidades que no actúen perderán presencia, prestigio y alumnos sin siquiera darse cuenta. Las que entiendan el nuevo ecosistema conversacional tendrán ventaja, porque hoy, para un estudiante que busca “qué máster estudiar”, lo primero que ve no es Google.
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