Conoce mejor a Steve Jobs gracias al hombre detrás de sus presentaciones
Una nueva ración de anécdotas sobre Steve Jobs que eran secretas hasta hace no mucho.
Wayne Goodrich. Seguramente no te suene de nada este nombre, pero es alguien que ha influido mucho en las presentaciones de dispositivos que ahora todos conocemos, como el iPhone o el iPad. Era uno de los hombres de confianza de Steve Jobs y estaba a cargo de las keynote en las que el genio sacaba todo su poder.
Wayne y Jobs trabajaron durante 20 años, desde Next hasta Apple, pasando por Pixar. Durante todo este tiempo, ayudó a producir la mayoría de presentaciones y discursos que Steve dio durante ese periodo. Hace unos años contestó a las preguntas de Chris MacAskill, y creo que hay muchas cosas interesantes.
Una voz autorizada habla sobre Jobs y las keynote de Apple
Wayne Goodrich trabajó con Steve Jobs en Next ayudándole a producir las keynotes de la pequeña compañía. Sin embargo, tras ser adquirida por Apple, le despidieron.
"Cuando NeXT dejó de hacer hardware me despidieron. Una semana más tarde, Steve me llamó y comenzó a decir "vale Wayne, tenemos que..." Le interrumpí "¿Qué quieres decir con que necesitamos? Me despidiste". Dijo "oh" y luego colgó".
"Ocho meses después mi hermano, que todavía trabajaba en el servicio de atención al cliente, de dijo: "Steve quiere que llames. Él no te llamará, pero deberías llamarlo". El resultado de esa conversación me llevó a trabajar directamente con Steve en todas sus presentaciones más importantes en Pixar y Apple durante casi dos décadas".
La influencia de Pixar
Steve Jobs fue dueño de Pixar en sus comienzos, y una pieza clave en las presentaciones de la compañía. Cierto es que no eran tan espectaculares e importantes como las de Apple, pero sirvieron a Wayne y Jobs para entrenarse.
"Si miras las narrativas primitivas en las presentaciones de Steve en NeXT, puedes ver la influencia que nuestra experiencia en Pixar tuvo en la narración a lo largo del tiempo que resultó en eventos como el lanzamiento del iPhone".
"En lo que pocas personas se fijan es que, como las películas de Pixar, hay un esquema de colores a lo largo de los 90 minutos y una rampa emocional. Y sí, hay héroes y villanos, secuencias de acción, humor y giros de trama. Tienes que tener cuidado de no desgastar a la audiencia. Tienes que manejar el edificio hasta el clímax. Steve entendió esto mejor que nadie".
La presentación del iPhone
Steve trabajaba mucho en las presentaciones, en muchas ocasiones hasta 3 meses antes de que el evento tuviera lugar. Wayne desvela que trabajaban en las oficinas de Apple, se iban a casa, y seguían trabajando en las presentaciones, muchas veces hasta altas horas de la madrugada.
En este sentido, Goodrich cuenta una anécdota que vimos en la primera presentación del iPhone y en la que invirtieron mucho esfuerzo, para que luego apenas se valorara dentro de todo el evento.
"Con el iPhone, queríamos mostrar que si giras tu teléfono al modo horizontal, la foto también giraría automáticamente. Pero no queríamos un vídeo del iPhone real que Steve sostenía en su mano. Eso lo habría hecho inestable en la pantalla grande con reflejos que distraen".
"Así que mostramos una imagen de un iPhone, parecida a las diapositivas de Keynote, y proyectamos la pantalla del iPhone de Steve en la posición exacta correcta en la imagen grande. El truco era que cuando Steve rotaba el iPhone al modo horizontal, también se rotaba la imagen del iPhone con el vídeo insertado girando en sincronización también. ¿Pero cómo hacemos eso?"
Ahora pede parecer algo fácil, pero por aquel entonces este tipo de transiciones no eran sencillas y, sobre todo, nadie perdía el tiempo en hacerlas. Pero Jobs quería que quedara todo perfecto y afortunadamente, después de un mes de trabajo, uno de los brillantes ingenieros de Apple averiguó cómo hacerlo. Parecía natural para el público y nadie pensó en cómo se creó.
"Cuando Steve vio que esto sucedía por primera vez, sabía que sería mágico y tenía que ser mostrado en directo. Lo giró de un lado a otro varias veces en su demo y nadie cuestionó lo que estaban viendo porque se mostraba exactamente como debería".
Despedido varias veces
El carácter de Jobs no era compatible con personas sensibles, eso lo sabemos de sobra. Cuando algo no le gustaba lo decía de forma directa y brusca, y pocos de los que trabajaron su lado no fueron "despedidos" alguna vez.
"Solo Dios sabe cuántas veces me gritaron y despidieron, pero nunca fue a ninguna parte. Esencialmente, nunca quise irme, así que no lo hice".
"Una tarde me dijo: "Maldita sea, Wayne. Quiero que te vayas a casa ahora mismo y me digas por qué no debería despedirte mañana". Así que me fui a casa esa noche y probablemente trabajé en 15 o 16 versiones de un correo electrónico tratando de explicarlo todo. Pero luego decidí decir "Steve, sabes cómo me siento, pero tú eres el jefe. Me avisas mañana si estoy despedido o no". Nunca escuché otra palabra al respecto".
Goodrich asegura que trabajar con Jobs no era fácil, pero que el mito de ese Steve Jobs duro y borde con todo el mundo llega de las personas que no supieron cómo trabajar con él.
"La mitología de él proviene principalmente de individuos que no sobrevivieron a su alrededor. La gente que se acercó conocía las reglas, sabía cómo trabajar con él, conocía sus deseos centrales y lo que estaba tratando de lograr. Nunca tuvieron problemas con ello".
"Era un individuo complejo, pero siempre deseaba lo mejor de todos. En última instancia, fue muy cariñoso. Él tenía su propia relación con mi hija desde los 4 años y la dejó venir a ensayos y eventos. Incluso le pidió su opinión unas cuantas veces cuando el equipo no podía decidir entre qué gráficos usar".
La exigencia máxima de Jobs
La exigencia de Steve siempre fue máxima, no importa que algo no se note o no se vea, si él sabía que no funcionaba o no se mostraba de la forma correcta, ya estaba mal. Wayne nos cuenta un ejemplo que tuvo lugar en la presentación de los primeros iMac, los de colores.
Al parecer querían que los ordenadores aparecieran de detrás de la pantalla y se elevaran en diferentes pedestales. Sin embargo a apenas una semana del evento, seguían sin poder sincronizarlos y hacer que el movimiento fuera suave. Ahora es fácil ya que esto lo maneja un ordenador, pero entonces todo era completamente mecánico.
Sin embargo consiguieron hacerlo funcionar más o menos bien de forma que los espectadores y asistentes apenas notaran el problema, pero no era suficiente para Jobs.
"La presentación fue genial, nadie lo notó ni mencionó en la prensa, pero sin embargo se dio cuenta. Él nos hizo a un lado a mí y a Steph. Había gente por todas partes, así que no nos gritó. Fue uno de esos "Estoy realmente decepcionado. En cualquier otro momento probablemente te despediría". Durante diez minutos siguió y siguió. Nos miramos y nos queríamos morir".
Sin embargo Goodrich asegura que eso les sirvió para mejorar y para la siguiente keynote ya tenían un complejo sistema controlado por ordenador para este tipo de situaciones.
Presentaciones sin guión
Muchos podrían pensar que las keynotes de Steve Jobs estaban perfectamente guionizadas con el texto que tenía que decir o, incluso, los gestos que debía hacer. Sin embargo Goodrich asegura que no, que todo lo que veíamos en el escenario era natural, y quizás por eso Jobs conseguir llegar y conectar de forma tan profunda.
"Eso es lo que la mayoría de los ejecutivos no consiguen. Nunca escribimos un guión. El monitor de vista previa solo mostraba la siguiente diapositiva. El desarrollo de Keynote, la secuenciación de diapositivas, la simplificación y el perfeccionamiento fueron parte de su método para ser tan empático, emotivo, carismático y preciso en el escenario. Vino del tiempo dedicado a trabajar en la historia con sus diapositivas, después de ensayar y ensayar y ensayar. No de un guión".
"Una gran parte de su legado proviene de lo que la gente vio de él en el escenario. Estaba en su mejor momento. Estaba poniendo el 110 % de sí mismo en ello porque no quería decepcionar al resto de la empresa. Él estaba introduciendo sus creaciones al mundo, eran como sus hijos. Steve tenía un factor de confianza inmediato con el público porque estaba desnudo y abierto en esos momentos".
Sin duda Jobs fue una persona especial y diferente, que intentaba mostrar al mundo cómo veía él las cosas. Con sus cosas buenas y malas, fue toda una inspiración que elevó a Apple hasta la posición en la que está actualmente.
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