Demandan a Samsung por mentir con la resistencia al agua de sus dispositivos, ¿podría pasarle a Apple?

El mundo de la publicidad es realmente complicado, en el sentido de que depende de la interpretación de muchos. Para empezar, la agencia o departamento tiene que convencer al cliente, y este puede poner las pegas que haga falta. Al final, es el que paga, de modo que no puedes decir que no. Y después, si todo va bien, hay que enfrentarse al público. Y entonces, sí que será necesario tener el máximo cuidado posible. De otro modo, te pueden ocurrir cosas como lo que le ha ocurrido a Samsung.

Recientemente, Samsung fue demandada por publicitar sus teléfonos como resistentes al agua. Según una asociación australiana de control publicitario, en los anuncios de Samsung se da por hecho que sus teléfonos son resistentes al agua en cualquier tipo de condición. Sin embargo, tan sólo lo son durante 30 minutos a un metro de profundidad, de forma similar a como lo son los iPhone. Además, esto suele ser únicamente aplicable al agua dulce, y no al agua de mar.

Según la asociación, se anuncia como un teléfono resistente al agua, pero no se explica específicamente las condiciones en las que realmente lo es. No se indica de forma explícita y clara el tipo de agua contra el que es resistente, ni tampoco que la vida útil del teléfono podría verse afectada. Al contrario, Samsung da a entender que el teléfono es capaz de aguantar cualquier tipo de situación, y este es el motivo por el cual han sido demandados según la agencia Reuters.

En Samsung, llevan ya varios años tratando de recuperar su buena imagen, perjudicada tras el desastre del Note 7 hace ya tres años. Desde entonces, la compañía ha tratado de aumentar su presencia publicitaria, con mejor o peor resultado.

En el caso de Apple, la situación es bastante diferente. Por suerte para los californianos, sus problemas nunca han llegado al mismo punto que con Samsung. Aun así, siguen invirtiendo en publicidad como si estuviesen en un plan de control de daños.

Para Apple, la publicidad es fundamental, siempre lo ha sido. Algunos de los mejores anuncios de la historia fueron creados para sus productos, y han tenido el placer de trabajar con algunas de las mentes más creativas del mundo, como Lee Clow, en todo tipo de proyectos publicitarios. Así, no sería de extrañar que entre todos esos anuncios, existiese alguno parecido a los de Samsung en relación a la resistencia al agua, un motivo por el que Apple debería ser metida en el mismo saco.

La cuestión es, que Apple nunca ha tratado de vender un teléfono capaz de sumergirse en el agua con total normalidad. Para ellos, la resistencia al agua consiste en evitar que las salpicaduras o las caídas accidentales puedan provocar daños al dispositivo, no en convertir al teléfono en una cámara de acción.

Y en sus anuncios, se ha reflejado de esa misma forma, mostrando como el iPhone es capaz de resistir un poco de agua si es necesario, no haciendo fotos bajo el agua. Y aún así, alguna vez también les ha caído alguna denuncia.

Esto es fundamental, ya que el problema que se ha dado en Australia es que la asociación considera que, en una de las muchas interpretaciones que puede tener el anuncio, se indica que el teléfono puede seguir funcionando bajo el agua como si nada. Y esto no es así, dado que la certificación IP68 no implica resistencia total al agua. En general, es cuestión de marcar de forma precisa los límites, para que el usuario pueda saber siempre cómo va a funcionar.

Es importante reconocerle también a Samsung que, al menos en los anuncios que puedo recordar, siempre han dejado algún aviso con respecto a la certificación IP68. Es decir, siempre han tratado de indicar al consumidor sus límites. El problema es que, literalmente, una imagen vale más que mil palabras, y si pones una imagen que presenta al teléfono como resistente al agua completamente, no habrá letra pequeña que lo arregle. Otra cosa son las contradicciones,

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En conclusión, Samsung tendrá que tener mucho más cuidado a la hora de crear sus próximos anuncios, sin importar el resultado de la demanda. Con su tamaño, el nivel de escrutinio al que están sometidos en todo el mundo no tiene precedentes, de forma que cualquier error podría salirles muy caro. Apple en cambio parece tener la lección bastante bien aprendida del pasado, y rara es la ocasión en que sus anuncios no están pensados al milímetro. Y aun así, corre el mismo peligro que los coreanos.

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