Este fue Andrew Grove, mentor de Steve Jobs, y así es como se ganó su admiración

El día en el que Andy Grove respondió a Steve Jobs dándole una lección sobre inteligencia emocional.

Este fue Andrew Grove, mentor de Steve Jobs, y así es como se ganó su admiración
Steve Jobs y Andrew Grove compartieron muchos momentos juntos

András István Gróf –o Andrew Stephen Grove como se le conoció en Estados Unidos– fue un brillante hombre de negocios nacido en Hungría que llegó a ser CEO de Intel. Fue considerado como uno de los mentores más importantes de Steve Jobs y una de las figuras más admiradas por parte del cofundador de Apple.

De hecho, durante el nacimiento de la compañía de la manzana mordida Steve Jobs llegó a ofrecerle un puesto en la directiva de Apple a cambio de una inversión. A lo largo de toda su vida, Andrew Grove sorprendió a Steve Jobs de muchas formas. Pero en una ocasión le dio una gran lección de inteligencia emocional.

Un intercambio de emails un tanto incómodo

Steve Jobs era un hombre de ideas fijas. No era nada fácil hacerle cambiar de idea ni convencerle de que estaba equivocado en algo. Pero, de alguna manera, Andrew Grove tenía el don de persuadirle. Como en cierta ocasión en la que Steve Jobs tuvo un intercambio de emails con un ingeniero de Intel, recientemente publicados en el libro Make Something Wonderful: Steve Jobs in His Own Words, durante su época en Pixar en el que solicitaban al cofundador de Apple cierta información privilegiada.

Steve Jobs y Andrew Grove

La amistad entre Steve Jobs y Andrew Grove fue más allá del mundo de los negocios

Steve Jobs no tenía ningún interés por compartir información. Sugirió que Intel debía pagar por recibir este tipo de información. Un ingeniero de Intel respondió diciendo: "Nunca hemos discutido ningún acuerdo sobre el intercambio de ideas para nuestros microprocesadores en el pasado y no tenemos intención de hacerlo en un futuro". Tras recibir el correo electrónico, Steve Jobs se sintió muy ofendido.

"Este punto de vista no te ha servido bien en el pasado", escribía Steve Jobs, "algo evidenciado por la pobre arquitectura gráfica y rendimiento". Entonces decidió escribir directamente a Andrew Grove, comentándole lo sucedido y describiendo al ingeniero de Intel como "extremadamente arrogante".

Aquí es donde la cosa se pone realmente interesante.

Andrew Grove usó su poder de persuasión y de inteligencia emocional para hacer cambiar de idea a Steve Jobs. Con tacto, razonamiento y comprensión. Hemos leído toda clase de historias sobre Steve Jobs, y en todas ellas queda claramente reflejado cómo era muy raro que alguien le llevase la contraria.

Pero Andrew Grove no tenía ningún miedo a decirle a Steve Jobs que estaba equivocado.

"Steve, en esta ocasión estoy firmemente del lado de nuestro ingeniero. Tú y yo hemos hablado en muchas ocasiones sobre este asunto; tú nunca has sugerido que esto fuera un intercambio comercial. Tomé tu oferta para ayudarnos exactamente como tal: ayuda, no una oferta o una relación comercial. Desde mi punto de vista, eso es lo que las compañías amigas (y los amigos) hacen la una por la otra. Estas cosas equilibran la balanza."

Desde Inc indican que finalizó su correo electrónico mencionando que "sentía mucho que no lo sintiera de ese modo" y asegurando que "Intel será peor como resultado, y también lo será la industria".

Cinco días después, Steve Jobs respondió con remordimiento.

"Andy, tengo muchos defectos, pero uno de ellos no es la ingratitud. Estoy de acuerdo contigo en que a largo plazo estas cosas equilibran la balanza. Por lo tanto, he cambiado mi opinión en 180 grados y ayudaremos gratuitamente a tu ingeniero a hacer sus procesadores mucho mejores con gráficos 3D."

Concluyó indicando: "Gracias por una perspectiva más clara". Y así es como Andrew Grove apeló a los instintos más primarios de Steve Jobs, un ejemplo de inteligencia emocional recordándole el pasado para motivar su colaboración.

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