La historia de cómo varios Apple II de contrabando fueron esenciales en un antiguo museo soviético
Una curiosa historia que nos hace retroceder más de 30 años.
Hoy os traemos una de esas historias curiosas que rodean a Apple, sin embargo tenemos que hacer un pequeño viaje en el tiempo y situarnos en 1987. Vamos a viajar a la antigua Unión Soviética, hasta un pequeño pueblo llamado Gorki Léninskiye situado a poco más de 10 kilómetros de Moscú. Allí hay un museo dedicado a Lenin que que cuenta con algo único, algo imposible de hacer en la época sin un ordenador de Apple.
Por intentar contextualizar, hay que tener en cuenta que en aquella época no estaba permitido vender ni utilizar tecnología de los Estados Unidos en la antigua URSS, por lo que estos Apple II de contrabando, que todavía siguen funcionando en el antiguo museo, tienen una interesante historia que contarnos.
El Apple II fue probablemente el ordenador que situó a Apple en el mapa, estuvo a la venta durante más de 10 años y fue el primero ordenador de muchos usuarios, y también de muchas empresas.
El Apple II resultó ser imprescindible en el Museo Lenin
El Museo Lenin en Gorki Leninskiye no parece ser un lugar en el que la alta tecnología brille con luz propia, todo lo contrario. Se tarta de un lugar sobrio con mármol negro y las vitrinas doradas, sin embargo esconde un elaborado programa audiovisual sobre los últimos años de la vida de Vladimir Lenin.
En el museo podemos ver 5 cubos de vidrio que pretendían dejar a los visitantes con la boca abierta. En estos cubos, denominados "Centros Ideológico-Emocionales" por el director del museo, encontramos diferentes escenas, miniaturas, motores, proyectores láser, espejos, fantasmas de Pepper para crear ilusiones, reproductores de cintas e imágenes que nos cuentan determinados eventos históricos.
Sin embargo, aun estando en 1987, para poder gestionar todos estos efectos era necesario un ordenador específico que se encargara de estas tareas. Es en ese momento donde entra en escena la compañía audiovisual británica Electrosonic, que contaba con un dispositivo llamado ES4000 capaz de controlar todos los componentes de este tipo de exhibiciones multimedia.
Los creadores del Museo Lenin se pusieron en contacto con esta empresa británica para que les suministraran sus ES4000, pero tuvieron un problema. El dispositivo ES4000 se apoyaba en un Apple II para poder funcionar, se trataba era un periférico del ordenador de Apple que Electrosonic vendía de forma conjunta con todo el software necesario para hacerlo funcionar.
En aquella época la venta de dispositivos de Apple estaba prohibida en la Unión Soviética, por lo que subieron que ingeniárselas para "hacerlos pasar por suyos". Según la información que nos cuentan en Atlas Obscura, ni siquiera el Agat-7, un clon soviético de Apple II, era capaz de hacer el trabajo, por lo que para sortear las regulaciones soviéticas, se utilizó a una empresa rusa, Cascade, para "simular" que esta tecnología era obra suya, y así mantener la impresión de que la tecnología soviética estaba a la vanguardia.
Oficialmente, Electrosonic no trajo ningún equipo informático, y el software fue desarrollado formalmente por Cascade. Pero los documentos internos cuentan una historia diferente, incluso el logotipo de Electrosonic todavía es visible en los grandes controles remotos del museo.
Parece claro que fue Electrosonic quien suministró los equipos, formados por su ES4000, el Apple II y todo el software necesario para su control. Estos cubos, junto con los equipos formados por varios Apps II, siguen funcionando hoy en día.
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