Encuentra un iPhone en el fondo del océano en perfecto estado y se lo devuelve a su dueño
El cofundador de una compañía de limpieza de océanos describe su último hallazgo.
Algunas historias merecen ser contadas, como la historia sobre un iPhone hundido en el fondo del mar que aguantó todas las inclemencias propias del océano y acabó en las manos de su legítimo dueño gracias a una compañía de limpieza de los océanos. Una historia similar a la de este iPhone 11 que sobrevivió una semana en un lago antes de volver a las manos de su dueño.
Acompáñanos para descubrir todas las curiosidades acerca de este iPhone hundido en el fondo del mar y sobre cómo fue recuperado por un hombre llamado Alex Schulze, que posteriormente procedió a devolvérselo a su dueño.
El dueño del iPhone no se podía ni creer que hubieran encontrado su smartphone
Alex Schulze ha recogido toda clase de smartphones en el océano debido a su trabajo. Pero, hasta ahora, solamente uno se ha encendido. Y era un iPhone.
"La mayoría de las veces, los teléfonos están simplemente bloqueados o la sal marina los ha acabado destruyendo."
Es el cofundador y CEO de la compañía 4ocean, encargada de limpiar el mar. Mientras buscaba basura en el sur de Florida se encontró con un iPhone con una funda resistente al agua.
"Parecía estar en buen estado. Lo traje a nuestra oficina donde lo cargué y busqué los contactos de emergencia en la pantalla de bloqueo."
Entonces Alex Schulze llamó a la madre del dueño y se lo devolvió. Los empleados de 4ocean han retirado más de 13 millones de kilos de basura del océano. La compañía recoge el plástico y lo recicla para crear collares y pulseras.
Lo más común es encontrar plásticos de un solo uso como botellas. Pero las cosas más extrañas que han encontrado no son piratas del tesoro... sino cuerpos, algo que aseguran que ha sido "muy heavy".
No es la primera y, probablemente, tampoco sea la última vez que descubramos una historia parecida a esta. De hecho, esta noticia nos ha recordado mucho a un usuario que perdió su iPhone en el mar y lo recuperó 5 horas después en perfecto estado. A veces, por suerte, las historias tienen un final feliz.