El Apple Car fracasó por intentar ser mejor que Tesla
¡Mark Gurman de Bloomberg ha compartido varias teorías que explican el fracaso del Apple Car!
Este 2024 prometía ser un gran año para Apple y aunque hay muchos factores para que esa previsión se cumpla, también ha sido el año en el que definitivamente la compañía ha cancelado uno de sus proyectos más ambiciosos. Una década de investigación y diez mil millones de dólares invertidos han quedado en la nada, y todo indica que el coche autónomo con el logo de la manzana mordida nunca verá la luz. Si bien existen muchas teorías que justifiquen el fin del proyecto, una de las más insistentes se relaciona con Tesla.
Durante los años de desarrollo del Proyecto Titan, las ideas y venidas de empleados salidos de Tesla fueron una constante en Apple y hasta se convirtió en un motivo de burla para Elon Musk. Sin embargo en su columna Power On, Mark Gurman asegura que el plan de Apple de intentar superar a al líder en el sector fue el principio del fin.
Apple Car: señales de un fracaso anunciado
Basándose en el historial del proyecto, Mark Gurman asegura que el Apple Car estuvo condenado desde el principio. Cuando la compañía comenzó a trabajar en el proyecto había dos escuelas de pensamiento principales sobre cómo proceder:
- Construir un vehículo eléctrico menos ambicioso con características de autonomía en línea con los modelos de Tesla Inc. Eso significa que el auto podría conducirse solo en autopistas y algunas carreteras, pero no en todas partes.
- Cambie el mundo con un vehículo autónomo en toda regla, que lleva a los pasajeros del punto A al punto B sin intervención del conductor. Y hacer que parezca nada que nadie haya visto antes.
En ese entonces, Apple no siguió la filosofía que ha seguido con otros productos y optó por el segundo enfoque. Y ese fue el problema. ¿Qué sentido tenía introducir un clon de Tesla? Pero ese desafío resultó demasiado difícil de superar incluso para Apple.
Gurman explica:
Cuando Apple se dio cuenta de su error hace unos años, ya era demasiado tarde. Todo el trabajo de diseño se había centrado en un coche que no tendría volante ni pedales. La empresa también había invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de un sistema de conducción autónoma de nivel 5, el nivel más alto de autonomía. La suerte estaba echada.
Aunque en retrospectiva todas las decisiones de Apple parecen equivocadas, también había muchas razones para creer que el Apple Car era posible. En 2014, Apple vivía uno de los mejores momentos de su historia. En tecnología era la número uno en smartphones, gracias al iPhone y en tabletas lo era con el iPad, además y se acercaba el lanzamiento del Apple Watch. Este precedente era un gran incentivo para soñar con cambiar el mundo automotriz. Pero hasta la compañía más valiosa del mundo puede fallar.
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