Cómo era un día en la vida de Steve Jobs
Steve Jobs tenía una agenda muy marcada cada día dentro de Apple y esto es lo que solía hacer
Es común que los CEO de las compañías más exitosas del mundo sean personas con unos hábitos fuera de lo común, y son precisamente estos hábitos los que resultan claves para el desarrollo de ideas creativas, optimización del tiempo y muchos otros ingredientes de su receta para el éxito. A lo largo de su carrera, Steve Jobs compartió muchos de estos hábitos que nos permiten conocer cómo era su día a día, sin olvidarnos de otros tantos testimonios de quienes le conocieron.
Una obsesión por optimizar el tiempo que comenzaba en casa
Steve Jobs se describía si mismo como una persona madrugadora. Sin duda, esta parece una característica común a los líderes de muchas compañías, quienes encuentran en madrugar una gran ventaja para aprovechar su día al máximo. En el caso de Jobs, las 6:00 am de la mañana era la hora ideal para comenzar su día.
Otra clave para optimizar el tiempo era su forma de vestir. Steve Jobs siempre se vestía igual, solo usaba vaqueros, camisetas negras y zapatillas deportivas. Esta decisión le permitía ahorrar tiempo en decisiones que para él requerían poca atención.
La agenda de Jobs comenzaba a las 7:30 Jobs con un desayuno en la mesa con su familia. En su primera comida del día, comía frutas, vegetales y su bebida favorita, Odwella juice. Después del rato en familia, y una vez sus hijos ya se habían ideo al colegio, Jobs se dirigía a su oficina en Apple, para llegar entre las 8 y 9 de la mañana. Normalmente en un coche sin matrícula.
El día a día de Jobs en Apple
Cada día dentro de las oficinas de Apple comenzaba con una reunión. Pero especialmente los lunes, Jobs se tomaba varios minutos para discutir temas importantes con los líderes de los diferentes equipos de la compañía y discutir las ventas de cada semana, así como los problemas y expectativas de los productos en desarrollo. Para esta reunión, Jobs pedía especial preparación a cada uno de los asistentes.
Ya al mediodía, Jobs acudía puntual a la mesa para tomar su comida. Esta, generalmente, consistía en un tipo de fruta o verdura, que variaba cada semana. A la 1:00 de la tarde, acudía al laboratorio de desarrollo de productos a ver los prototipos disponibles y evaluar los cambios que consideraba necesarios. A esta actividad, Jobs le dedicaba entre tres y cuatro horas diariamente. Después se dedicaba a la comunicación interna y externa. Esto lo intercalaba con sus recorridos por otras áreas de las oficinas de Apple, generalmente acompañado por otros ejecutivos.
Por lo general a las 5:00 pm Jobs dejaba las oficinas de Apple en Cupertino e iba a casa con su familia, en donde se dedicaba a compartir largas horas con sus hijos y esposa. A las 6:30 pm, solía compartir una caminata con su esposa Lauren por las calles de Palo Alto. Al regresar a casa, se tomaba un tiempo para meditar, leer un libro o escuchar música.
Un día en la vida de Steve Jobs no se centraba solo en su papel como el importante ejecutivo del mundo de la empresa de tecnología más importante del mundo. En su rutina diaria, trataba de encontrar el equilibrio entre su vida personal y laboral.
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