La divertida anécdota de cuando Steve Jobs tardó una semana en tomarse una foto
A propósito de los 40 años del lanzamiento del Mac, existe una anécdota chistosa sobre la vez que Steve Jobs no quiso tomarse una sola foto en un castillo en Suecia
Hoy es un día muy especial en Apple, se cumplen 40 años del lanzamiento del Mac. Steve Jobs lanzó un producto en el que la era PC tuvo un contrapeso importante. Existen muchas historias alrededor de este acontecimiento, una de ellas es una anécdota relacionada con Jobs en las sesiones de fotos. La historia es compartida por Macworld.
La falta de paciencia de Steve Jobs era muy característica, ¿lo imaginas en una sesión de fotos?
Los de Cupertino realizaron la contratación de los servicios de un fotógrafo por un lapso de una semana. Tuvo que viajar a Suecia con un avión pagado por Apple y hasta alquiló un helicóptero pero la sesión no se llevó a cabo.
La foto de Steve Jobs con el Macintosh original que fue para la portada de la revista de Macworld tuvo un origen chistoso. Fueron entre 15 y 20 minutos para ser parte de la historia. Cuenta el fotógrafo Will Mosgrove que realizaron un par de Polaroids (instantáneas) rápidas asegurándose que la iluminación fuera correcta.
Foto de la portada de Macworld por el lanzamiento del Mac
Realizó otros disparos más en 5 minutos y Jobs preguntó: ¿Hemos terminado? Puede que sí pero el fotógrafo quiso probar algo más. Jobs también manifestó que quería poner algo a prueba. El genio de Apple estaba haciendo unos símbolos con sus manos, la gente de Macworld estaba asombrada pero negaron esa acción. «No se preocupen, no vamos a hacerlo para usarlos» mientras reían.
Una foto que seguramente quedaría en la historia no se logró
Si ya es épica la foto de la portada de Macworld, el fotógrafo tenía otra idea más pero se desarrollaría en Suecia, concretamente en Lund. Steve Jobs iría desde Estocolmo y necesitaban fotografiarlo en un castillo con un paisaje hermoso. Él viendo hacia el castillo dándole una apariencia como de líder mundial.
Todo estaba perfectamente sincronizado, nada falló, la idea estaba clara. Will Mosgrove preparó su cámara y sintió que Jobs no querría tomarse ninguna foto. A pesar que el viaje fue pesado desde California, él se sentía preparado. Steve Jobs de repente en el helicóptero hizo un gesto, como que estaba gruñendo.
Castillo de Häckeberga en Lund, Suecia
Will preguntó, «¿qué tal si tomamos algunas fotografías y las miras? Si no quieres usarlas está bien». Las últimas palabras que manifestó fue que recibió órdenes del director artístico, Tom Hughes, que si podía realizar la toma y que necesitaba regresar con esa fotografía. Jobs en un tono serio dijo que no quería fotografías. Hubo un silencio incómodo y él supuso que estaba jugando. Will retoma la conversación y Jobs dice: «sin putas fotos»». Acto seguido, Will guardó su cámara y simplemente la asistente de Jobs dijo: «ya sabes, no, eso es todo».
A pesar de realizar este viaje complicado cruzando el mundo, Tom Hughes lo tomó como una anécdota chistosa y se río cuando se enteró. Quizá no era necesario viajar hasta Suecia para tomarse una simple foto. Era más lógico encontrar una locación cercana y realizar el movimiento. Pero esto es Apple y desde aquellos años las ideas eran así de extravagantes.