Esta era el arma secreta de Steve Jobs para llevar a Apple al éxito hace 30 años
¡El cofundador de Apple compartió muchos aprendizajes de su productiva vida!
Si las experiencias eran buenas o malas, Steve Jobs obtenía un aprendizaje de ellas. Afortunadamente, muchas las compartió públicamente y han trascendido su partida, inspirando a personas en todo el mundo. Jobs compartía sus claves para alcanzar el éxito personal y laboral. Por supuesto, ha quedado claro lo bien que las aplicó en Apple.
En una entrevista concedida en 1994, Jobs compartió una anécdota con la que ilustró cómo tener el valor de pedir algo que deseamos, nos puede llevar desde donde estamos hasta donde deseamos estar.
Steve Jobs no temía pedir
Según el fundador de Apple, a la edad de 12 años reunió el coraje para llamar a Bill Hewlett, el cofundador de Hewlett-Packard. "Quiero construir un contador de frecuencia, y me preguntaba si tienen piezas de repuesto que pueda tener", fue la petición del joven Jobs. Divertido por la audacia de su interlocutor, Hewlett se rió y le dio a Jobs las piezas de repuesto, y además, le ofreció un trabajo de verano en HP.
Al recordar esta iniciativa Jobs reflexionó:
La mayoría de la gente nunca toma el teléfono y llama. La mayoría de la gente nunca pregunta, y eso es lo que separa a las personas que hacen cosas de las personas que solo sueñan con ellas.
El resto de su vida Jobs mantuvo este hábito. En su juventud, le pidió a su padre el famoso garaje en el que comenzó Apple. En el mundo de la tecnología se reconoce que muchas de las innovaciones de Apple fueron creadas a partir de las peticiones "imposibles" de Jobs, en los primeros años y luego, en los de sus peores crisis.
Así, la rueda siguió girando y años más tarde, el pequeño de 12 años, era el hombre a cargo de una de las compañías con las que HP firmaría acuerdos. En 2004, HP comercializó su propio iPod, justo en plena efervescencia del reproductor musical de Apple.
Steve Jobs llegó a un acuerdo con la entonces CEO de HP/Compaq, Carly Fiorina, con el cual Apple le permitía comercializar un modelo de iPod con el logo de HP y un color exclusivo, pero a cambio de ciertas condiciones. Se puede decir que fue una decisión francamente mala por parte de HP y una jugada maestra de Steve, que era implacable en el mundo de los negocios. Pero esa es otra historia.
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