No te creerás la increíble cifra que se ha pagado por una tarjeta de Apple firmada por Steve Jobs
Una antigua tarjeta de Apple Computer de la década de los 80 se ha vendido por una cantidad insólita por estar firmada por Steve Jobs
Cada objeto, cheque o pieza firmado por Steve Jobs se convierte en un artículo que puede llegar a venderse por cifras extraordinarias y difíciles de creer. 46.000 dólares se pagaron recientemente por un cheque firmado por el genio y ahora esa cifra se a cuadriplicado. Una tarjeta de visita de Apple firmada por Steve Jobs ha alcanzado una cifra absolutamente impresionante en una subasta.
Una rara tarjeta de visita de Apple Computer de 1983 firmada por Steve Jobs se acaba de vender por 181.183 dólares en una subasta, según la casa de subastas RR Auction de Boston. Se trata de una tarjeta en muy buen estado de conservación, con el clásico loco arcoíris de Apple y la antigua dirección de la sede de la compañía en Cupertino. En la zona derecha tenemos el autógrafo de Steve Jobs.
Tarjeta de visita de Apple Computer extremadamente rara y perfectamente calificada firmada por Steve Jobs alrededor de 1983
Una muy codiciada tarjeta de visita de Apple Computer de Steve Jobs alrededor de 1983, que está firmada cuidadosamente en tinta negra, "steve jobs". La tarjeta blanquecina, 3,5 x 2, presenta la icónica versión "arco iris" del logotipo "byte" de Apple y dice: "Steven Jobs, Presidente de la Junta Directiva", con la dirección y la información de contacto de la compañía que se enumeran a continuación: "10260 Bandley Drive, Cupertino, California 95014, (408) 996-1010". En buen estado, con una mancha débil en la parte delantera de una mancha de cinta vieja en la parte posterior. Encapsulado y clasificado por PSA/ADN como "GEM MT 10".
Steve Jobs no era muy fan de entregar autógrafos, es por eso que este tipo de artículos alcanzan valores difíciles de creer, es común ver piezas firmadas por Steve Jobs que alcanzan los 100.000 dólares. De hecho, hay usuarios que hasta escribieron cartas a Steve Jobs pidiéndole un autógrafo, obteniendo una contestación de auténtico genio asegurando que él no firmaba autógrafos, aunque firmando la carta.