Steve Jobs siempre lloraba con esta canción (y no imaginas por qué)
Se ha desvelado una bonita historia sobre Steve Jobs en su último libro, siempre lloraba con una canción.
Steve Jobs fue un apasionado de la música, siendo Bob Dylan su cantante favorito y The Beatles su grupo más querido. Sin embargo, el cofundador de Apple tenía una canción que le hacía llorar profundamente, y no era de ninguno de estos artistas. Esta canción era Little Green de Joni Mitchell.
Steve Jobs era hijo de un inmigrante sirio y fue adoptado poco después de su nacimiento, y precisamente esta canción le hacía recordar este momento. Jobs dijo en alguna ocasión que la canción de Joni Mitchell, Little Green, sobre dar a su hija en adopción, le recordaba su propia adopción y le "hacía llorar cada vez que la escuchaba".
El lado más humano de Steve Jobs
En el reciente libro publicado por Steve Jobs Archive, "Make Something Wonderful: Steve Jobs en sus propias palabras" se ha descubierto este bonito y tierno detalle de Steve Jobs gracias a un coreo electrónico del propio Jobs. En él, confesaba lo siguiente sobre la canción Little Green:
Tal vez sea porque soy adoptado, pero esta canción me conmueve como pocas otras. Después de darme cuenta de qué se trataba esta canción, lloro cada vez que la escucho.
Portada del libro de The Steve Jobs Archive, donde encontramos muchas historias sobre Steve Jobs
Joni Mitchell escribió la canción tras poner en adopción a su propia hija, Kelly Dale Anderson, en 1966 cuando solo tenía 23 años y era una cantante con dificultades. La historia no se hizo pública hasta 1993, momento en el que Mitchell se había convertido en una de los cantantes y compositoras más exitosos de todos los tiempos.
Jobs estuvo separado de su padre biológico, Abdulfattah 'John' Jandali, durante toda su vida y expresó en varias ocasiones que "no tenía interés" en conocer a su padre biológico. La relación de Jobs con su madre biológica, Joanne Schieble, fue diferente, ya que decidió contactar con ella tras la muerte de su madre adoptiva, Clara Jobs, en 1986.
Quería conocer a mi madre biológica para ver si ella estaba bien y para darle las gracias, porque me alegro de que no abortara. Ella tenía 23 años y tuvo que pasar por muchas dificultades para tenerme.
Curiosas las historias que comienzan a salir a la luz tantos años después de la muerte de Steve Jobs. Aunque siempre quiso aparentar estar por encima de eso, claramente el ser adoptado fue algo que influyó mucho en su vida. Una historia muy emotiva, como la del último email que envió desde su iPad.