Se confirma que los Samsung Galaxy S26 tendrán imanes como el iPhone

A pesar de las críticas iniciales, Samsung ha tenido que seguir la pauta marcada por Apple en cuanto al estándar de carga. Este 2025, cedió con la introducción de fundas que permitían la carga magnética, similares al MagSafe de Apple, en sus Galaxy S25, pero este próximo 2026 lo hará de forma nativa. Según la filtración de una hoja de especificaciones, publicada por Tech Informer, la familia Galaxy S26 adoptará el estándar Qi2.

Para lograr esta evolución, el dispositivo integrará imanes bajo su cristal trasero. Esta decisión implica un sacrificio técnico necesario: la posible eliminación de la carga inalámbrica inversa. Las interferencias físicas de los imanes suelen dificultar esta función, pero Samsung parece haber priorizado la utilidad diaria de los accesorios magnéticos sobre una característica secundaria que muchos usuarios apenas utilizan.

Samsung adopta el estándar Qi2 para accesorios magnéticos y una carga de 60 W

En el apartado energético, el Galaxy S26 Ultra elevará su carga rápida por cable hasta los 60 W. Aunque es una mejora respecto a los modelos anteriores, sigue pareciendo una cifra conservadora si se compara con las velocidades que ofrecen marcas chinas como Honor o Xiaomi. Queda por ver si el modelo base seguirá estancado en 25 W, algo que resultaría difícil de justificar en pleno 2026.

Samsung presentará novedades para toda la familia Galaxy S26

Uno de los cambios más llamativos de esta nueva generación es el rediseño del modelo Plus, cuya nueva medida alcanzará las 6,9 pulgadas. Esta maniobra busca hacer atractivo al terminal que solía opacarse entre el modelo base y el Ultra. Al igualar el tamaño de pantalla de su buque insignia, Samsung ofrece una superficie de visualización masiva para quienes no necesitan el lápiz óptico (S-Pen) ni quieren pagar el sobrecoste que este conlleva.

Más allá del aumento en sus dimensiones, el sistema fotográfico experimentará una evolución del sensor de 10 MP por un nuevo teleobjetivo de 3x y 12 megapíxeles. Esta mejora técnica no solo busca optimizar la nitidez real en las capturas con zoom, sino también perfeccionar el acabado de los retratos, permitiendo así que Samsung recupere el terreno perdido frente al rendimiento óptico de rivales como Google o Xiaomi.

Por su parte, el rendimiento general del dispositivo volverá a ser una lotería geográfica, dependiendo de si el mercado recibe el procesador Snapdragon 8 Elite Gen 5, que generalmente se vende en Estados Unidos y China o el Exynos 2600, que llega a Europa, Latinoamérica y otras regiones. Históricamente, la balanza siempre se ha inclinado a favor de Qualcomm, dejando a los usuarios de Exynos con la sensación de tener un producto ligeramente inferior.

La llegada de los imanes a los Samsung Galaxy S26 marca el fin de una era de ecosistemas cerrados. Al adoptar el estándar Qi2, Samsung no solo mejora la experiencia de carga de sus usuarios, sino que abraza una interoperabilidad que beneficia a toda la industria. El próximo evento Unpacked de 2026 será el escenario definitivo para confirmar si Samsung ha logrado, por fin, equilibrar la innovación con las demandas reales de sus usuarios.

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