"Bad Steve", así se ganó Steve Jobs este peculiar apodo
Steve Jobs era una persona que se dejaba llevar por sus emociones y eso no siempre es bueno para los demás, por eso le pusieron el oteadores de "Bad Steve".
Steve Jobs era una persona bastante peculiar y por ese motivo hay historias increíbles que seguimos descubriendo. Steve Jobs era capaz de conducir su coche sin matrícula sin saltarse ninguna ley y de soñar con funciones que no llegarían hasta años más tarde, como con iOS 17. En esta ocasión, la historia trata sobre su apodo "Bad Steve".
"Bad Steve", o Steve Malo, es un apodo que parece que Jobs se ganó a pulso. Steve era un auténtico genio, pero también tenía una personalidad muy difícil de tratar, con un carácter muy marcado. Incluso fue capaz de esconder en un icono del iPhone una venganza personal.
El mal carácter de Jobs terminó en un apodo muy descriptivo
Historias sobre el mal genio de Steve Jobs hay muchas. Desde enfados porque una habitación de hotel no estaba a la altura de sus estándares a gritos en cafeterías porque no le habían preparado correctamente su batido. Historias hay muchas.
Sin embargo, el momento en el que se ganó el apodo "Bad Steve" está relacionado con la sesión fotográfica de 1998 con el iMac original. Cuando Steve Jobs se percató del fotógrafo que le iba a hacer la sesión de fotos entró en cólera. Al parecer, ese mismo fotógrafo le había tomado unas muy malas fotos en una sesión cuando era CEO de NeXT, por lo que se negó a trabajar de nuevo con él.
Era alguien que, en opinión de Jobs, había hecho un trabajo nada estelar en una sesión fotográfica años antes para NeXT, la empresa que fundó después de que John Sculley lo despidiera de Apple en 1985.
La ira de Jobs llegó hasta tal punto que tuvieron que contratar a otro fotógrafo. Este fue Moshe Brakha, que trabajó muy bien con Jobs y se ganó su respeto. Este fotógrafo consiguió calmar a "Bad Steve" para que volviera a ser Steve Jobs con su trabajo y profesionalidad.
Cuando el fotógrafo le pidió al CEO interino que se sentara con las piernas cruzadas y sostuviera la máquina en su regazo, el sentido arácnido de Jobs le dijo que estaba en presencia de un colega artista.
No hay duda de que Steve Jobs era una persona peculiar y muy pasional que en la mayoría de ocasiones se dejaba llevar por sus emociones. Pero quizás eso también hizo que lanzara algunos de los dispositivos más importantes de la historia.
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